Hace 35 millones comenzó una historia extraordinaria. La mayor isla del mundo rompió el último brazo de tierra que la unía con el resto de continentes. Las antiguas criaturas que la habitaban se encontraron aisladas por el océano. Juntos, animales y paisaje evolucionaron durante millones de años para crear una de las faunas más bellas y peculiares del planeta. No hay un lugar como este en el mundo.
Una ventana única hacia el pasado que nos adentra en el origen más remoto de nuestra especie.
Esta es la historia de cómo una isla se convierte en el último santuario de los mamíferos.
Esta es la historia de Australia.