Esta es la historia de un mundo antiguo; un ser gigantesco y complejo que ha contribuido al desarrollo de la vida sobre la Tierra desde sus lejanos orígenes, hace más de trescientos millones de años.
Y es también la historia de sus habitantes, criaturas diversas y frágiles, prototipos únicos de la evolución cuyas vidas forman una compleja red de dependencias.
Los protagonistas de esta historia son seres de ochenta metros y organismos microscópicos, criaturas individuales y seres de complicadas sociedades, plantas que imitan animales y animales que parecen plantas. Todos son partes de la gigantesca madre, piezas insustituibles del universo verde de la selva tropical.
Una de estas piezas, la más inteligente y adaptable de todas, se expandió más allá de los confines frondosos de la espesura. Miles de años después la selva y el hombre volvieron a encontrarse, pero el hijo pródigo había cambiado. Y la selva empezó a desaparecer.
Hoy estamos empezando a comprender el insustituible papel que juega la selva tropical en el equilibrio de la vida. Y en una carrera contrarreloj, los científicos y naturalistas de todo el mundo han emprendido una lucha a favor de un ecosistema que guarda en su interior los remedios de los que dependerá en gran medida el futuro de todas las especies.